La alimentación juega un papel muy importante dentro de esta explotación, tanto en el ganado vacuno, como en el porcino. El aspecto más cuidado es la calidad de los productos, primando siempre esta sobre el precio.

   El ganado vacuno, en lo referente a las nodrizas, se explota en régimen extensivo, en dehesa, obteniendo de la misma pastos, ramón de encina y roble...y complementando dicha alimentación con forrajes, paja, ensilados y cereales molturados en épocas de carestía. En lo que al cebo de machos se refiere, el régimen es semiextensivo y la alimentación es una mezcla de harinas de cereales de cebada, avena, trigo y soja, mezclada con ensilado de maíz. La mezcla de ensilado de maíz con harinas de cereal confieren a nuestra ración una palatabilidad y digestibilidad altísimas, variando la mezcla en función de la etapa de engorde. Los resultados puede comprobarse en Datos de producción.

     En el ganado porcino habría que diferenciar, entre el intensivo y el de montanera, dos únicos sistemas manejados. En el intesivo los animales comen en tolvas, harinas de cereales, que varían en composición dependiendo de la etapa de cebo. Los animales de montanera, sin embargo, no prueban ningún tipo de pienso, se alimentan exclusivamente de bellotas, hierbas, setas, pequeños invertebrados.... que produce de forma natural la dehesa.

   Un aspecto importante en lo que alimentación se refiere, es el agua. Todos los animales de la explotación disponen de agua en bebederos automáticos o en pilones (en el caso de extensivo), el agua procede de un sondeo de la propia explotación, sin ningún tipo de tratamiento con cloro u otros elementos, ya que el agua es de una calidad muy alta.

              

 

 

       

             El carácter culón

                    Cruzamiento industrial

                          Datos de producción

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